¿Que harías si tu hermana gemela te robara tu vida?
¿Y si ahora ella es tú y no eres nadie?
Pues eso me ha pasado a mí...
Hola, soy Summer Brooks una fanática de Sum 41
que son los responsables de que mi vida
tenga una banda sonora. Si quieres llegar a
odiar tanto a mi hermana como yo, entra en
la ipod-vida de Summer Brooks.

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lunes, 26 de julio de 2010

Capítulo 3: Some say.

SOME SAY

Habíamos parado a mitad del camino, en Alexandría, para comer algo. Solo comí media hamburguesa, no tenía mucho apetito. Mi padre paraba de devorar su comida por unos segundos para mirarme, pero decidió no volver a preguntar.

Solo pensaba en lo que podría estar pasando en la casa de Ariel, si le habría puesto la mano encima otra vez o si su hermano había cumplido su palabra de llevarla lejos. Sabía que ese verano sería aburrido y preocupante. Era el primero que pasaba sin estar a su lado, protegiéndola, porque ella es muy importante para mí, es la única persona (aparte de mi padre y mis abuelos) que se preocupa de verdad por mí. Es la que me ayuda con matemáticas, la que me enseñó a nadar después de tantos años sin practicar, la que se inventa excusas para cuando necesito salir de mi casa, estar sola, la que me aconseja,…Me siento mal por no contarle mi secreto.

Nos quedaban unas dos horas para que mi abuela me aplastara entre sus fuertes brazos y me enseñara la nueva colección de vestidos y zapatos que me había comprado, y que mi abuelo me llevara al Café du monde como cuando era pequeña, que la abuela me prepare un Po’boy y que el abuelo rete a papá a comerse un plato de jambalaya sin beber una sola vez. (Un día de estos compartirán habitación en el hospital, probablemente por haberse destrozado el estómago con tanto picante). Los echo de menos, pero no puedo evitar preocuparme por Ariel.

Un cartel azul tenía escrito “Bienvenido a Nueva Orleans” en blancas letras, entre flores y arbustos. Los edificios y los árboles pasaban a mi lado, me traían recuerdos de mi infancia y algunos sitios nuevos se grababan en mi mente. Pasamos al lado de Le pavillon y de algunos sitios más que había visitado de pequeña. Mi padre estaba atento a la carretera, tamborileando con los dedos en el volante, a los Beatles. Tarareaba Yellow Submarine, una canción que me cantaba de pequeña para dormirme. Sí, mi padre no era el mejor del mundo cuidándome, era un patoso, pero se esforzaba, me mostró su admiración y su amor desde pequeña, se quedaba horas contemplándome mientras dormía hasta que él caía rendido a mi lado con las últimas notas de Yellow Submarine en la boca. ¡Hasta un día se inventó una nana solo para mí!

-¿Papá, como era la nana que me cantabas de pequeña?

Sus dedos se pararon y sus ojos bañados en recuerdos, me miraron. Sus dedos, ya amarillentos por el tabaco que había fumado hace unos años, bajó el volumen de la radio.

-¿Aún te acuerdas? –preguntó con un brillo en los ojos.

-Esa canción me hacía soñar con cosas agradables, soñaba que nunca te alejarías de mí. –le miré a los ojos.- que pasara lo que pasara, siempre me apoyarías y tendrías tus brazos abiertos para dejarme llorar en tu hombro. ¿Cómo puedes pensar que la he olvidado?.

Mi padre frenó de golpe en el semáforo en rojo y tragó saliva. No estaba acostumbrado a tragar tanto amor en unos segundos. Hacía mucho tiempo que alguien no le decía algo bonito, algo como “te necesito” o “te quiero”, como esas simples palabras que hacen revolotear tu corazón.

-Pues…suponía que solo era una canción, que se te olvidaría con el tiempo.

Yo sonreí mirando por el parabrisas.

-Cántamela.

Arrancó el coche.

-No me acuerdo.

Cerré los ojos y me acurruqué más en el asiento.

-My little beauty girl, is sleeping in my arms, I hope she don’t awake, I hope she don’t go far. –empecé a cantar en susurros.

-My little beauty girl, is dreaming fairytales, I hope she love me so, love me forever. –siguió cantando.- My girl is so tall than she can reach the sky, my girl sleep with stars, my girl’s by my side. She’s my winter’s Summer, she’s my little gigant, she’s my coffee’s sugar, she’s my little beauty girl.

Su voz hizo que mis párpados pesaran cada vez más, durmiéndome con mi collar en la mano y el grabado de este en mis pupilas: Mi pequeña niña bonita.

7 comentarios:

  1. *_____* EPIC <3
    La nana es tuya, right? I love it, molas :]
    Ahora es cuando me toca decir a mí también: ¡SIGUE! e.é

    P/D: we all live in a yellow submarine!

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  2. que pasadaaaa!!! e ha quedado interesantee!! que precioso capituloo me encantaa!! avisame cuando subas el proximo =)

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  3. Epic? xD
    Of course <3 todas las canciones que digan en la historia que se la ha inventado no se quien...son mías :3 osea que voy a tener que componer varias para el grupo :D xD
    PD: Es que me acordé de ti :3 y a demás vi un video de un tío en coche por Nueva Orleans y escuchaba esa canción y luego la de Oh my love la de Ghost *-* Amo su radio xD

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  4. Adoro al padre, es tan cuco! ^.^ es un amor de persona y la nana me encanta!!! Es muy bonita :) Me encanta, enserio, me encanta tu forma de escribir así que sigue pronto :)

    Besos! XOXO

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  5. Sí, épico xD Significa que es, digamos, "genial" ._.
    Eh, pues la nana es genial o.o
    <3

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  6. Me doy miedo, me repito xD "Es genial, la nana es genial.." LOL

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